Vivir buscando el Norte, esa es mi lucha personal. El norte como horizonte, el norte como infinito, como respiro, como suspiro. El norte como sueño...
miércoles, octubre 14, 2009
LAS ESCARLATAS.
Supongo que os preguntareis que hacemos vestidas de esta guisa, o quizás, ¿cómo osamos a poner estas fotos en un blog para que las vea tó quisqui?. Ardorín nos llama "Locas", y algo de razón no le falta.
Estas fotos tienen mucho que ver con el viaje a Cerdeña, aunque parezca que no pegan ni con cola.
Íbamos paseando por las calles de Alguero y nos paramos a mirar un escaparate de una casa de fotografía donde todo el mundo aparecía disfrazado de época, o en grupos de personas vestidos con el traje regional de Cerdeña. Ardorina y yo, nos miramos sin pronunciar palabra y nos entendimos perfectamente. Intentamos arrastrar a nuestros maridos a hacernos una foto de grupo, y no hubo manera, están muy encorsetados y todavía no han aprendido a ponerse el mundo por montera, así que en nuestro empeño de disfrazarnos y hacer algo divertido, terminamos dentro de la tienda decididas a colocarnos el mismo vestido, uno de terciopelo verde que según el fotógrafo es inglés y del siglo catapum.
¿Por qué ese vestido y no otro?. Mi película preferida del mundo mundial es "Lo que el viento se llevó", y hay una escena maravillosa en esa película, en la que Scarlatta O´Hara, harta de trabajar recogiendo algodón para mantener Tara en su poder y sostener a su familia, se va con Mamita hasta uno de los salones de la mansión y arranca de cuajo unas cortinas de terciopelo verde con las que le pide a Mamita que le haga el mejor de los vestidos. Su intención, no es otra, que seducir a Rhett y conseguir de este modo, el dinero que necesita para que Tara no caiga en manos ajenas.
Pues bien, dado que ambas queríamos el mismo vestido, no pudimos hacernos la foto juntas, y nos metimos, más bien nos aprisionamos, en su interior, con la ropa debajo de las faldas y las botas de la moto escondidas cuidadosamente. Yo empeñada en desnudarme para no parecer una mesa camilla, y el fotógrafo que no, que así estaba bien...y era cabezota el tío.
La sesión se alargó una barbaridad, porque nos hizo treinta fotos a cada una. Hubo momentos de ataques de risa, pero esta es la parte bonita de la vida, hacer locuras para darle chispa, sacar la vena artística que todos tenemos dentro y disfrutar.
La cosa quedó como quedó, con tanta ropa debajo y el corsé tan apretado que era imposible respirar con normalidad, creo que salimos demasiado tiesas, sudando a mares, riéndonos lo que no está escrito y apretando al fotógrafo un poco, que tenía muchas manías. Descubrimos que era austriaco y que estaba viviendo en Cerdeña por amor, oooooooooooohhhhhhhhhh...
Este post, sin duda alguna, va dedicado a nuestros respectivos maridos, ya que pusimos a prueba su paciencia. Creo que, en el fondo, estaban contentos de vernos tan felices a las dos, y eso es lo que importa al final, ¿no?.
Pd: No me digais que el sombrerito no es mono, jajajajaja...
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6 comentarios:
Hola:No me puedo creer que tengáis la ropa puesta por debajo de estos vestidos, porque menudo tipito os sale en la foto, de mesas camilla, nada de nada. Me encanta el vestido, a pesar de que tenían que ser super incómodos con los pololos, el corsé, el cancán... Estáis divinas de la muerte, con bombín o sin él, insuperables!!! Yo tampoco me hubierra resistido a hacerme una foto así. Ainsssssssss envidia cochina...
BICOS, BICOS ,BICOS
PD: Por el calor no me dáis
envidia , eh? Qué aquí en el norte estoy muy a gustito. Jejejejejej
Belén: Sí hija, íbamos con vaqueros, cinturón, botas, camiseta...bien vestiditas y con el chisme ese de terciopelo encima, jajajajajaja...pero ahí nos tienes, más contentas que unas pascuas.
Lo que daría yo por estar todo el año en el norte. Besines guapa!!!
Cuando he visto tu post hoy, un poco más y me da un patatús, pero si so yo vestida de época y yo que pensaba que no se habían grabado bien.
Tú todavía cabías pero yo no, hay que ver a lo que te lleva a hacer un vestido, casi sin respirar durante veinte minutos. Pero mereció la pena porque me reí lo que no esta escrito y eso que el vestido apretaba. ¿Te acuerdas como el fotógrafo nos escondía las botas de la moto para que no se viesen en la foto?. Desde aquí dar las gracias a los pedazos de maridos que tenemos, ese día se ganaron el cielo. A Alex le da un poco de yu-yu cuando ve la foto en blanco y negro y es que dice que se parece a las fotos que aparecen en la película de “Los Otros”.
Ardorina: En el mac no se pueden ver, pero en el portatil sí, así que al final tenemos fotos.
Bueno, Ardorín tiene mucha imaginación, en todo caso somos "Las Otras" y esas no las habían inventado todavía. Besitos, sí, fue muy divertido.
Como marido “afectado” por esta historia de las fotografías tipo Scarlatta O´Hara, debo indicar que entre el inicio y el final de la epopeya pasaron una hora treinta minutos y mientras las señoras se partían de risa para hacerse las fotos, con aquel buen hombre (que le puso más paciencia que el santo Job) que por una cuantía no elevada les aguanto estoicamente, los maridos de las mismas (D. Pedro y el menda) pudimos hablar hasta cansarnos. Y como ambos somos tan “extrovertidos” y tan “habladores”, no veas lo que da hora y media de plantoná. Ya no sabíamos si abandonarlas en el lugar, si irnos a limpiar las motos o ingresar en alguna orden religiosa como novicios….
Pero la verdad es que todo quedo recompensado con oír sus risas y ver lo bien que se lo habían pasado. Aunque debo admitir que a mí esas fotos me dan algo de “yuyu”. Como ya dijo Ardorina, me recuerdan a las fotos de los difuntos de “Los Otros”. Y a mí esos rollos como que no.
Sobre el sombrero ¿había alguna paloma dentro? Porque tiene pinta de sombrero de mago…
Ardorín: No os quejeis que estabais deseando descansar un ratito de nosotras...
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